Cierto es que
poco importa lo que hagas en el mundo, ya que el mundo en sí mismo es una
ilusión, y por tanto no existe.
Ahora bien, tus
acciones no son más que un efecto de tus pensamientos, lo cuales son la causa
de absolutamente todo. Y tus pensamientos o bien provienen de tu esencia, de tu espíritu; o bien provienen de tu subconsciente,
del ego.
Si tus
pensamientos (causa) provienen de tu subconsciente,
tu accionar en el mundo (efecto) se
amoldará al personaje que te crees que eres. De manera que serás bueno o malo, simpático
o antipático, creyente o no creyente, de izquierda, de derecha o anarquista,
etc. Pero sin importar la forma de tu experiencia, todo aquello que realices y
experimentes en tu vida, creerás que tiene el poder de hacerte daño, y sin
dudas lo hará.
Pero si permites
que tus pensamientos sean guiados desde tu ser
(y este es el cambio de mentalidad radicalmente opuesta), todo
cuanto experimentes en tu vida será un acto de Amor. Sin importar la forma en
que se presente tu vida, esta será en Paz, Dicha y Felicidad Verdaderas. Habrás
comprendido entonces que nada externo a ti tiene la capacidad de afectarte,
absolutamente nada. Todo es una invención de la mente.
De manera que lo
importante no es qué hagas en el mundo, sino más bien lo importante es si
deseas realmente ser un ser libre y
por tanto permites que tus pensamientos sean guiados y fundados en el Amor; o
si aun te parece tentadora la idea de ser una mente prisionera en sí misma a
causa de los limites que se auto impuso; y por tanto elijes que tus
pensamientos sean producto del miedo. Lo cual, ya sabes de primera mano,
conduce inevitablemente al sufrimiento.
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