Recientemente me preguntaban acerca de los sueños, su significado y el por qué de
los mismos. Seguramente habrá quien pueda responder esas dudas, pero a mi
entender tan solo cabe una apreciación general, ya que los sueños no son más
que otra trampa del sistema de pensamientos de ego; puesto que se utilizan para
diferenciar lo ilusorio (sueños) de lo supuestamente real (vigilia). Analizado desde
este punto de vista, los sueños cumplen la función de otorgarle realidad a la
vigilia.
Pero como las armas del ego son de doble filo, puede
analizarse la función de los sueños desde un punto de vista radicalmente
opuesto, con una conciencia mucho más consiente de sí misma. Es desde este
lugar que uno comienza a comprender las similitudes entre “sueños” y “vigilia”.
De hecho la ciencia ha demostrado que el cerebro reacciona de igual manera ya
sea en sueños como en la vigilia. Incluso sentimos nuestro cuerpo reaccionar perfectamente
mientras estamos soñando, creyendo que ese sueño es real, hasta el momento de
despertar y comprender que era una ilusión. Así pues, cabe el cuestionar por
qué he de sentir todo lo que siento en mis sueños si mi cuerpo yace tendido en
la cama; claro ejemplo éste de que el cuerpo no siente, sino que la que siente
es la mente. El cuerpo es un objeto, y los objetos no sienten.
Así es que uno comienza a cuestionar la realidad de la
vigilia, simplemente deteniéndose un instante, aquietando la mente y escuchando
la respuesta; aceptando el conocimiento que dice que la vigilia, esto que conocemos
como realidad, no es más que otro sueño, una ilusión.
Comprender esto, abrirse a aceptarlo como una posibilidad,
es fundamental si es que quieres empezar a despertar a la Verdad. Pero si no lo
quieres, estas en todo tu derecho de seguir soñando que la vigilia es tu
realidad, de seguir creyendo que todo lo que observas a tu alrededor es real.
Pero si se me permite, quisiera recordarte que el apego a este sueño como real,
es la causa de todo tu sufrimiento; es el por qué de que tu felicidad y tu paz
sean tan inestables y se encuentren constantemente amenazadas.
Por tanto, desapegarte de esta ilusión (mientras aun
permaneces dormido en este sueño) es el único camino que te lleva a Despertar.
Es el camino que se conoce como “Camino del Perdón” y es un camino hecho de una
Felicidad y una Paz que sobrepasan todo entendimiento; que te conduce a un
dulce despertar en el que recuerdas quién eres, esa Dicha inquebrantable.
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